Los alérgenos alimentarias en los últimos años han tomado protagonismo dentro de los temas de estudio, esto ha permitido que se conozcan los alérgenos que poseen alimentos vegetales y su comportamiento en la salud humana. En este panorama es dichos alergenos pueden clasificarse en dos orígenes, vegetales y animales. Es la primera clasificación, vegetales, los que causan mayor cantidad de reacciones alergénicas alrededor del 10% de la población. Alimentos como el maní y nueces, producen con mayor frecuencia una reacción de hipersensibilidad a alérgenos, que además de ser alérgenos por si solos, también contribuyen a las contaminaciones cruzadas con otros alimentos, que puede ocurrir antes de su cosecha por medio del polen o post-cosecha en las líneas de proceso en la industria. A consecuencia que en estas líneas se procesan alimentos de diversas procedencias, así también hay otros alimentos con menor impacto en reacciones de hipersensibilidad a alérgenos en la población como lo son el trigo, almendra, soya y avellana. Existen alimentos que tienen alérgenos en menor cantidad, como frutas, verduras y hortalizas. La única fruta que contiene alérgenos que afectan a una mayor cantidad de la población es el durazno (Prunus pérsica) ya que sus alérgenos son obtenidos por contaminación cruzada por medio del polen, lo que permite que el durazno sea una fruta altamente alergénica; dentro de las frutas menos alérgicas encontramos la manzana, palta, algunos berries, kiwi, banana, entre otros y en hortalizas se encuentran tales como el tomate, esparrago, apio, zanahoria, maíz y lechuga.